Junio lloraba a media noche y sus lamentos relampaguearon en mis ojos
Ruido desolador de los llantos adoloridos, alejados de las almas gozosas
Abrazado por la tenue y triste luz de una vela roja, la llama me tendió su mano
Ardiendo mi cuerpo en el calor por la ausencia que dejaste, me encontré sólo
Y tu vestido azul me abrazo cuando mis mejillas se humedecieron
Y tus botas cafés me siguieron hasta el rincón donde un día me hiciste el amor
No hay comentarios:
Publicar un comentario