La gotera de los días no ha goteado últimamente, no ha escurrido nada de mis escurrencias esporádicas. Tengo en mente (aunque también en cuerpo) algunas ideas que no he podido aterrizar, y esto se debe muy probablemente a que es mejor alunizarlas que aterrizarlas o aterrorizarlas, pero dependerá de tiempo y una pizca de paz para hacerlo.
Por lo pronto, recibamos a la primavera como se lo merece.